¿Cuántas veces te has preguntado cómo limpiar botas Mou? ¿Y cuántas has decidido no comprárselas a tus hijos porque no estabas segura de cómo limpiarlas? Seguro que alguna que otra vez. Por ello, hoy te traemos algunos consejos para limpiar botas de piel sin miedo a que nuestros hijos jueguen, corran y se ensucien con ellas.
Pon en práctica estos pequeños trucos para tus botas de piel y las de tus hijos y aguantarán mucho más tiempo del que hubieras imaginado.
Lo primero que tenemos que hacer al limpiar botas de piel es eliminar la suciedad. Para ello, deberemos utilizar un paño seco o un cepillo de cerdas blandas para eliminar la mayoría y después con un paño húmedo bien escurrido, limpiar la superficie de la bota de los restos que queden. De cualquier manera, antes de continuar con el siguiente paso, tendremos que dejar que se sequen bien.
El siguiente paso para saber cómo limpiar botas de cuero o piel y dejarlas como nuevas es hidratarlas. Para ello, necesitaremos una crema incolora y neutra o si necesitas reparar algún roce, usaremos una crema neutra del color de la piel del zapato que aplicaremos sobre las botas de niña o niño.
Por último, frotaremos con un trapo de algodón o un cepillo con cerdas suaves por toda la bota hasta que recupere el brillo natural.
Pon en práctica estos pequeños trucos para tus botas de piel y las de tus hijos y aguantarán mucho más tiempo del que hubieras imaginado.
Lo primero que tenemos que hacer al limpiar botas de piel es eliminar la suciedad. Para ello, deberemos utilizar un paño seco o un cepillo de cerdas blandas para eliminar la mayoría y después con un paño húmedo bien escurrido, limpiar la superficie de la bota de los restos que queden. De cualquier manera, antes de continuar con el siguiente paso, tendremos que dejar que se sequen bien.
El siguiente paso para saber cómo limpiar botas de cuero o piel y dejarlas como nuevas es hidratarlas. Para ello, necesitaremos una crema incolora y neutra o si necesitas reparar algún roce, usaremos una crema neutra del color de la piel del zapato que aplicaremos sobre las botas de niña o niño.
Por último, frotaremos con un trapo de algodón o un cepillo con cerdas suaves por toda la bota hasta que recupere el brillo natural.